11 trucos para conseguir los propósitos de año nuevo
El año nuevo es uno de los momentos más escogidos por la gente para plantearse cambios y nuevos objetivos. Por ejemplo dejar de fumar, perder peso, ir al gimnasio, conseguir pareja o trabajo, entre muchos otros.
El problema es que muchas veces las cosas que nos proponemos no las conseguimos llevar a cabo. Quizá empezamos con mucha fuerza porque nos invade la motivación pero conforme pasan días y semanas, perdemos fuerza de voluntad y abandonamos nuestros propósitos. Esto sucede principalmente porque realizamos una serie de errores básicos en el planteamiento general.
Cómo cumplir tus propósitos para 2019
Contenido
Como en terapia, este tipo de propósitos es un motivo de demanda habitual, pues a la gente le cuesta llevarlos a cabo por sí solos he pensado que quizás algunos consejos podrían ayudar. Por esto os planteo 11 trucos básicos para conseguir aquello que os propongáis:
Objetivos realistas
Si queremos alcanzar un cambio personal siempre tenemos que plantearnos cosas que sean realistas. Si lo que queremos es cambiar hábitos alimentarios, no nos planteemos conseguirlo en un día e implementar todos los cambios de golpe, sino llevarlo a cabo, por ejemplo, en 3 meses y poco a poco ir introduciendo pequeños logros.
Objetivos concretos
Para lograr nuestros propósitos tenemos que ser muy concretos ya que la ambigüedad puede dificultar nuestros objetivos. Por ejemplo, plantearse ser feliz es demasiado abstracto, ¿Cómo lo hacemos? Quizás es mejor preguntarnos qué cosas nos hacen felices y qué cosas nos hacen infelices. Hacer una lista, un calendario con fechas concretas e ir alcanzando poco a poco estos pequeños objetivos. Por ejemplo, me hace feliz decir y hacer aquello que realmente pienso y siento, pues busco los motivos por los cuales hasta ahora no lo estoy haciendo, pienso en soluciones y las voy llevando a cabo poco a poco.
Objetivos por etapas
Es muy importante plantearse un objetivo final pero, al mismo tiempo, varios objetivos intermedios que nos proporcionen pequeños logros que nos incentiven a continuar luchando. Es más fácil tener fuerza de voluntad para conseguir pequeños logros, más cercanos en el tiempo y más fáciles como llegar al campo base que no intentar subir al Everest de un día para otro. Mentalmente será más fácil y nos ayudará a no bloquearnos por miedo o agobio de no alcanzar el objetivo final.
Planificación
Es básico hacer una buena planificación. Igual que lo haría en un proyecto de trabajo, tengo que plantearme un calendario, fechas concretas y objetivos delimitados por plazos. Por ejemplo, coger un calendario y marcar fechas límite determinadas. Básicamente es organizarlo todo. Incluso, en este mismo calendario, podemos ir poniendo crucecitas verdes cada día y así, visualmente, veremos nuestro progreso y esto nos animará.
No tener miedo al fracaso
En todo proceso de cambio hay momentos en los que uno puede equivocarse o recaer en hábitos pasados. Es normal. No os desaniméis, lo importante no son las veces que nos caemos si no las que nos levantamos. Y sino, imaginaros a un niño que está aprendiendo a caminar; se cae muchas veces antes de hacerlo del todo bien. Permitirnos equivocarnos nos restará presión.
Constancia
Para lograr cambios a largo plazo y que sean definitivos, uno tiene que ser muy constante. Evidentemente, habrá momentos en los que os sintáis desfallecer, pero no abandonéis, incluso si veis que os habéis equivocado. La constancia es un aliado muy potente que siempre da buenos resultados.
No a la culpa
Sentirse culpable no sirve para nada excepto para hacernos sentir mal con nosotros mismos. La culpabilidad no os hará avanzar. Siguiendo el consejo anterior, la culpa ataca a la constancia, la debilita, por lo tanto, para poder ser constantes, en lugar de culparos, sed comprensivos y compasivos con vosotros mismos, trataros bien y no os castiguéis.
Lista de beneficios
Para ayudaros a ser constantes recomiendo siempre hacer una lista de beneficios positivos que obtendréis al lograr vuestro objetivo. Por ejemplo, si lo que queréis es dejar de fumar, coged una cartulina y escribid “tendré mejor salud”, “mis hijos tendrán un mejor ejemplo”, “seré libre, el tabaco ya no decidirá por mí” y la colgáis en un sitio vistoso que podáis mirar cada día. Estos son solo algunos ejemplos, cada uno tiene que encontrar sus motivaciones y beneficios personales y potenciarlos al máximo. Serán un gran aliado de la fuerza de voluntad.
Refuerzo positivo
En lugar de culpabilidad, utilicemos el refuerzo positivo, es decir, cada vez que consigamos un logro reconozcámonoslo en lugar de culparnos cada vez que nos equivoquemos.
Fuera presiones
Y por lo tanto fuera estrés y ansiedad, que lo único que hacen es distraernos de nuestro objetivo. La ansiedad es una mala compañera de viaje para realizar cualquier cosas, por lo tanto, todo lo que podamos hacer para evitarla bienvenido sea. Una buena manera de no permitir su aparición es evitar presionarnos, ya sea a través de objetivos irrealizables o tiempos imposibles. Ser autoexigente está bien pero si nos pasamos sólo haremos que poner trabas a nuestro desarrollo.
Responsabilidad y legitimación
Hagámonos responsables de nuestros propósitos, de manera que si nos equivocamos, lo asumimos pero si nos sale bien es por mérito nuestro. Si en el proceso sentís pena, miedo, dolor o rabia, no os reprimáis, permitiros sentiros así, legitimad vuestras emociones y sentimientos, así los podréis gestionar mejor y no se convertirán en un obstáculo.
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga Clínica
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.