Las personas con autoestima elevada son más felices
Parece ser que la autoestima es algo así como el arca perdida, que todo el mundo la busca, no se sabe bien qué es ni cómo encontrarla y tiene poderes mágicos que te hacen invencible. Y es verdad, a día de hoy, la autoestima es como el santo grial o la gallina de los huevos de oro, el mejor tesoro que uno puede tener.
Pues vale, algo tan increíble no lo podemos dejar escapar. Lo quiero, ¡póngame uno de autoestima! Y por cierto, ¿qué es esto de la autoestima? Porque parece ser que todo el mundo habla de ello. Que si “para estar mejor tienes que potenciar tu autoestima”, “la autoestima te ayudará a ser más feliz”, “La autoestima te dará seguridad en ti mismo” o mil milagros más. Pero la verdad es que cuando preguntas con más detalle parece que la gente no lo tiene tan claro. “Pues la autoestima es quererse a uno mismo”, “Aceptarse tal cual uno es”, “Tratarse bien, cuidarse”.
Vale, aceptamos pulpo. Y todo esto, ¿cómo se hace? ¿Realmente es tan significativa la autoestima? Más importante aún, ¿qué es la autoestima?
Aclarando conceptos: qué es la autoestima
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La autoestima o self esteem (en inglés) es un conjunto de pensamientos, sentimientos, evaluaciones, percepciones y tendencias de comportamiento dirigidas hacia otras personas, hacia su manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter.
Resumiendo, es la percepción o la evaluación que hacemos de nosotros mismos. Si hablamos en términos de jerarquía de las necesidades humanas, representa la necesidad de aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza, seguridad etc.) y el respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación, etc.).
Un poco de teoría: La importancia de la autoestima
La pirámide de Maslow es una teoría de motivación que intenta explicar qué impulsa la conducta humana. La pirámide está formada por cinco niveles ordenados jerárquicamente según las necesidades humanas que atraviesan todas las personas. Según este autor, la expresión de aprecio más sana es la que se manifiesta “en el respeto que le merecemos a otros, más que el renombre, la celebridad y la adulación”. Por lo tanto la autoestima se encuentra dentro de las necesidades básicas humanas y es esencial para conseguir la felicidad.
Carl Rogers, una de las principales figuras de la psicología psicología humanista, postuló que el núcleo de los problemas de muchas personas es que se consideran seres sin valor y no merecedores de ser amados. Por este motivo, le concedía tanta importancia a que el cliente se aceptara incondicionalmente. El concepto de autoestima, por lo tanto, se aborda desde esta escuela psicológica como un derecho inalienable de toda persona.
Relación de la autoestima con la felicidad
Los fundamentos de la autoestima se basan en la capacidad de desarrollar un respeto saludable y confianza por uno mismo, de la misma manera que, por el simple hecho de estar vivos, de poder pensar, de ser seres humanos en definitiva, tenemos derecho a esforzarnos por conseguir ser felices.
La autoestima nos permite enfrentarnos a la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, por lo tanto alcanzar más fácilmente nuestros objetivos, y autorrealizarnos emocional creativa y espiritualmente. En el fondo, nos ayuda a ampliar la capacidad de ser felices y de merecer la felicidad.
¿Y cuál es, si no, el objetivo de cualquier persona? Pues evidentemente, alcanzar la felicidad. De manera que la autoestima tiene que ser siempre el objetivo básico de una buena terapia.
La Autoestima: Objetivo principal de cualquier terapia psicológica
Y este debe ser el principal objetivo que tenemos que afrontar cuando realizamos un trabajo psicológico, pues la autoestima es la base de todo. En el puzzle o camino para encontrar nuestra felicidad, irremediablemente la llave no puede ser otra.
Por lo tanto, independientemente, de si la demanda inicial del cliente es que se siente deprimido o ansioso, o que tiene dificultades para relacionarse con otras personas, o que le cuesta encontrar pareja, o que se siente mal con su apariencia física o con cualquiera de sus características de personalidad, o sea lo que sea, la autoestima estará al principio y al final; todo lo engloba, es la respuesta.
Las demandas iniciales en terapia parten de algo concreto y manifiestan siempre la punta del iceberg, la última y más visible consecuencia de una mala autoestima.
Muy bien, y entonces cómo se hace todo esto, quiero tener más autoestima: ¿hay alguna fórmula?
Cómo conseguir una autoestima elevada: La fórmula de la AE
Pues evidentemente no hay una fórmula matemática pero podemos plantear una serie de objetivos a alcanzar para conseguir tener una buena autoestima. Algunos de los puntos fundamentales que deberemos trabajar y alcanzar indudablemente son:
– CONÓCETE A TI MISMO: De una forma analítica y con mucho detalle. Conoce tus emociones, tus sentimientos, tu manera de pensar, tus valores, tus características de personalidad, tus gustos y todo aquello que hable de ti. Relaciona conceptos, haz mapas interactivos de ti, sé flexible y conócete hasta lo más profundo de tu ser. Sólo así podrás cambiar aquello que no te gusta.
– ESCUCHA TU VOZ: Está muy bien esto de escuchar y de pensar en los demás pero ¿Y tú? Tu eres el dueño de tu vida, qué menos que saber lo que quieres y para dónde quieres ir.
– DIRIGE TU VIDA: Y una vez te conozcas y te escuches, dirige tu vida porque si no lo haces otros lo harán por ti y quizás no velarán por tus intereses sino por los suyos. Sé el protagonista de tu vida y ten una conducta proactiva. Esta actitud te dotará de la capacidad necesaria para sentirte seguro.
– QUIERETE INCONDICIONALMENTE: Con lo bueno y con lo malo. Acéptate tal y como eres, sólo así podrás mejorar aquello que no te gusta de ti.
– VALÓRATE: Empieza a valorar las cosas que haces, refuérzate positivamente por las cosas que consigues. Para de ningunearte y de decirte que no vales. Sé el primero en darte ese apoyo que necesitas para sentirte capaz y seguro.
– LEGITÍMATE: Tienes derecho a pensar lo que quieras y a sentirte como necesites. No vetes ni emociones ni pensamientos, son libres y legítimos sean cuales sean. De esta forma te dejaras espacio para crecer y ser tú mismo, un espacio seguro y de confianza dónde no te juzgarás y dejarás ir tu yo más sincero.
– RESPÉTATE: No te trates mal, respétate siempre. Basta ya de insultarte, etiquetarte de forma negativa y no considerarte capaz de nada. No eres más ni menos que nadie, trátate a ti mismo tal y como quieres que los demás te traten.
– SÉ COMPRENSIVO Y COMPASIVO CONTIGO: No seas duro contigo, no te martirices ni te castigues que no sirve para nada, sólo para bajar tu autoestima. Recuerda que tienes derecho a equivocarte y a cambiar de opinión. Ten en cuenta tus circunstancias. Analízate con cariño y comprensión.
– CRÉETE EFICAZ: Eres capaz de hacer las cosas bien, pero tienes que decírtelo a diario. Felicítate por tus logros, no los minimices. No te centres sólo en aquello que haces mal, prioriza la experiencia positiva de disfrutar del placer que sientes cuando haces las cosas bien.
– CONSIDÉRATE DIGNO: Te lo mereces, igual que cualquier otra persona. Eres digno de todo aquello bueno que te ocurra. No te etiquetes por tus actos, tus errores no te definen. Siempre merecerás ser feliz, hagas lo que hagas.
– SÉ COHERENTE CON LO QUE ERES: No te niegues, acéptate tal y como eres, escucha tu voz y haz aquello que genuinamente quieres hacer. El único límite es el de no atacar derechos, ni los tuyos ni los ajenos, a partir de aquí sé coherente con tus decisiones. Es imposible ser feliz negándose a uno mismo.
–SÉ RESPONSABLE DE TI: Cuídate y responsabilízate de ti. No dejes en manos de otros lo que sólo tú puedes hacer. Si te equivocas, es tu responsabilidad pero si aciertas también. Te dotarás de sentido de pertenencia a ti mismo, de capacidad personal y de dirección de tu propia vida.
– REALÍZATE A TI MISMO: Date la posibilidad de crecer a todos los niveles. Mereces crecer y mejorar como persona, mereces ser feliz y para ello debes hacer aquello que te hace sentir bien.
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga Clínica
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.