Depresión y adolescencia, una mala combinación
Según los estudios, en Catalunya, el suicidio ya es una de las primeras causas de mortalidad entre los jóvenes. Según nos informan los datos de este artículo, la situación no es menos que grave, pues “la depresión es la primera causa de enfermedad y discapacidad, y el suicidio está entre las primeras causas de muerte entre los jóvenes de 10 y 19 años, la segunda entre los jóvenes de 15 a 19 años y la primera entre chicas de esta franja de edad”.
Depresión y adolescencia
¿Cómo es posible detectar síntomas de depresión en nuestros hijos? En primer lugar, es muy importante destacar que la sintomatología depresiva puede manifestarse de muchas maneras distintas y cuando hablamos de niños y adolescentes, los síntomas pueden variar todavía más. En estas edades, los trastornos afectivos pueden manifestarse a través de la agresividad, la agitación excesiva o la preocupación y tristeza exageradas por temas irrelevantes.
La prevención es muy importante, estar atentos hacia los comportamientos de nuestros hijos, mantener una comunicación sana y de calidad con ellos y promocionar la confianza mutua. Si nuestros pequeños confían en nosotros y se sienten a gusto explicándonos sus malestares y preocupaciones, es mucho más probable que podamos detectar cualquier tipo de situación de riesgo con más rapidez y, así, actuar deprisa y efectivamente.
En general, cualquier cambio a peor en los niños o adolescentes es una señal de alerta a la que debemos prestar atención. Si nuestro hijo antes sacaba buenas notas en el colegio y ahora suspende, si antes salía a jugar con los amigos y ahora lo vemos menos sociable y más apartado, si empieza a pelearse con otros niños o chicos, si en casa se muestra más rebelde cuando antes era obediente y tranquilo, etc. Cualquier conducta poco habitual que sea más negativa que anteriormente puede ser un indicio de algo más grave. No es que debamos volvernos paranoicos, y a la mínima que veamos algo extraño hagamos saltar todas las señales de alarma. Los cambios deben ser un poco inexplicables y mantenerse en el tiempo. Los actos puntuales, aislados y explicables no tienen por qué alarmarnos.
Si queréis profundizar más en el tema, os dejo un enlace de otro artículo de nuestra web que os puede ayudar a despejar dudas: Depresión en la infancia y en la adolescencia. Es importante tener en cuenta que estas patologías tienen fácil solución si las cogemos a tiempo y las tratamos debidamente, pero pueden complicarse si las dejamos pasar o no las atendemos como se debe. Cuando la situación se complica o se agrava debemos consultar a profesionales expertos en la materia para reconducir la situación rápida y eficazmente.
La comprensión y la compasión son indispensables para tratar con estas enfermedades. Quién nunca ha padecido depresión puede tener dificultades para entender a la persona que sí las sufre. Son trastornos desconocidos para la gente corriente y, en muchos aspectos, todavía muy tabú. Os dejaré un vídeo que me pareció interesante y educativo, una buena metáfora de lo que puede significar padecer una depresión:
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga
Col. 19543
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.