Diferencias hombre-mujer
Las diferencias anatómicas son evidentes, pero ¿lo son las diferencias sexuales entre hombres y mujeres? Algunas diferencias físicas de funcionamiento: la erección del pene, por ejemplo, requiere la puesta en marcha de un complicado mecanismo de nervios y venas ,lo que no ocurre en la mujer. La tumefacción de la vulva y la lubricación vaginal son mecanismos mucho menos complejos. La erección del varón es más vulnerable que su homóloga en la mujer. De ahí que sea más vistosa la impotencia masculina que la falta de lubricación vaginal en la mujer.
Diferencias en la sexualidad de hombres y mujeres
El orgasmo es muy similar, en cuanto a contracciones y sensaciones. La mujer no «eyacula», aunque puede parecerlo en algunos casos. Las contracciones vaginales durante el orgasmo pueden provocar la salida del fluido vaginal, que se segrega desde la excitación hasta el final. En el orgasmo tras la estimulación del punto G hay una secreción complenentaria de las glándulas perituretrales; las contracciones pueden provocar emisión (por uretra) de esta secreción; hay mujeres que cree orinar durante el orgasmo.
La respuesta sexual, en general, es más variable en las mujeres que en los hombres. Creemos que ello se debe a las diferencias culturales y educativas, más que a factores estrictamente físicos. La mayor parte de diferencias se refieren a los aspectos psicosexuales, y éstas son las que vamos a detallar con mayor precisión.
Hombres
Excitación, en solitario, con estímulos sexuales. Pocos hombres se masturban sin fantasías eróticas.
El estado de ánimo del varón depende de la excitación conseguida. Un hombre puede estar enfadado, incluso molesto con su mujer, pero cambia y se anima cuando advierte la posibilidad de una relación sexual.
Hay varones que intentan «acabar las discusiones en la cama y hacer las paces», lo que resulta poco atractivo para las mujeres, las cuales suelen mandarles al cuerno.
Poca influencia del «clima». El hombre se excita cuando tiene estímulos sexuales. No es necesario que «TODO» sea maravilloso.
Preferencia por estímulos visuales. Es una consecuencia de la necesidad de estímulos sexuales. Al hombre suele gustarle mirar y tener la luz abierta.
Interés prioritario por las caricias genitales, desde el primer momento. La erección del pene, como mejor se aposenta, es con caricias en el mismo pene.
Admisión (o necesidad) de «variaciones» en la fase de meseta. El hombre, interesado en los aspectos sexuales, suele buscar incrementos de excitación a base de cambiar (de posición, de caricia…).
Mujeres
La fantasía no es imprescindible en las mujeres. Muchas de ellas, por ejemplo, se masturban y llegan al orgasmo mientras piensan en otra cosa. Lo mismo cabe decir durante la relación de pareja. Hay mujeres que, gozando de la situación, hablan de cosas que no tienen que ver con el momento, lo que suele irritar a los hombres. Para ellos sería impensable hablar del colegio de los niños durante una relación sexual.
La mujer, para excitarse, necesita estar relajada. Primero hará las paces. Quizá después pueda excitarse. Lo contrario le resultará muy difícil, por no decir imposible.
Mucha influencia del «clima». Para empezar la excitación, el ambiente, el entorno, las circunstancias… deben ser lo más agradables que sea posible.
Preferencia por estímulos auditivos y táctiles, los cuales requieren una actitud positiva por parte del varón.
La mujer agradece la luz apagada, así como las buenas palabras y las caricias tiernas, no exigentes.
Desinterés por las caricias genitales, en los primeros momentos. La excitación inicial se logra mejor con caricias en cualquier otra parte del cuerpo (preguntar a cada mujer qué es lo que prefiere), con buenas dosis de respeto y nada de exigencia. Una mujer agradece las caricias genitales cuando está a punto de llegar a la fase de meseta, pero no antes.
La mujer, una vez llegada a la fase de meseta, tiene un interés prioritario por llegar al orgasmo. Considera más interesante un tipo de caricia sostenido y continuo, que la lleve al orgasmo, que no un surtido de variaciones. Corre el riesgo de perder excitación en los momentos de cambio.
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.