Cómo superar una decepción
Muchas veces nos encontramos con situaciones adversas que nos cogen por sorpresa. Eso supone un doble revés, ya que no estamos mentalmente preparados para afrontarlo. Por eso, es primordial tener una serie de mecanismos para combatir las decepciones.
La reacción natural y más habitual al encontrarse con una decepción es sentirse triste y, en ocasiones, hundirse. Lógicamente, una mala gestión de los sentimientos y pensamientos puede dar lugar a problemas graves y duraderos como una depresión.
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En esos casos, apoyarte en tus seres queridos es básico para tener un cierto colchón y poder regresar a un estado de ánimo normal. Si eso no fuera suficiente, se debe recurrir a la ayuda profesional de un psicólogo.
De igual manera, desde aquí queremos compartir una serie de recomendaciones para ayudarte a sobreponerte a esos sentimientos de tristeza y frustración.
Lo primero de todo es tener bien claro cuál es el fruto de tu frustración y si realmente merece la pena o se puede minimizar de alguna manera relativizando las cosas.
Gestionar los contratiempos
Tras una reacción inicial de tristeza y enfado, hay que delimitar cuáles han sido las razones para sentirse mal y tratar de entender de qué forma se puede evitar volver a pasar por ello en el futuro. Esa comprensión permite un proceso de curación más rápido, ya que no siempre es tan importante el qué sino el cómo o el por qué.
Así mismo, hay que saber mirar con perspectiva las situaciones que se nos presentan, y tener en cuenta que los contratiempos pueden ser la oportunidad perfecta para dar un paso atrás y dos hacia delante. El crecimiento personal no solo se consigue a partir de los triunfos, sino que para luchar por estos y saber valorar cuando llegan también tenemos que pasar por malos momentos. Ese equilibrio es fundamental para no venirse abajo en los contratiempos pero tampoco demasiado arriba con las buenas noticias, ya que solo de esta manera se consigue una mayor estabilidad mental.
Una reacción positiva es el mejor medicamento para afrontar una decepción. Encontrar la motivación para seguir adelante ayuda en el proceso de curación, por lo que debemos buscar formas de sacar el lado positivo de las cosas. También hay que aprender a ser más condescendiente con uno mismo, ya que tendemos a ser excesivamente exigentes con nuestros propios actos y la visión de una tercera persona para valorar de una forma más objetiva las consecuencias de lo que ha sucedido.
¿Necesitas ayuda? ¡Pídela!
Independientemente de cuáles sean las causas de esa sensación de decepción, recurrir a profesionales de la psicología ayuda a superar los malos tragos. Nuestras terapeutas se adaptan de forma personalizada a cada caso y entienden las preocupaciones de los clientes, por eso los tratamientos psicológicos son tan eficientes a la hora de superar episodios de decepción.
Además de esa ayuda profesional, el paciente debe ser proactivo en su recuperación y tratar de buscar los mejores caminos hacia la superación de esos malos momentos. Aprender de los errores o entender cuáles han sido las circunstancias que han supuesto llevarse un revés ayuda a encauzar el estado de ánimo habitual. Ya sea a través de un simple proceso de reflexión y análisis o mediante terapia, los humanos somos capaces de sobreponernos a los inconvenientes que se nos presentan.
Para entender mejor tu situación y salir de ella, puedes hacerte una serie de preguntas:
- ¿Por qué he llegado hasta aquí?
- ¿Qué herramientas tengo a mi disposición para revertir la situación?
- ¿Qué apoyos tengo para recuperarme?
- ¿Qué virtudes tengo para salir adelante?
- ¿Puedo evitar que me vuelva a pasar esto? ¿Cómo?
Diferentes fases de la decepción
La vida no puede ser siempre de color de rosas, así que es normal que nos encontremos con contratiempos. Todos nos marcamos objetivos pero tenemos que ser conscientes de las consecuencias de que no se cumplan. A fin de cuentas, si no suponen un reto, no son objetivos que nos vayan a exigir un esfuerzo, pero eso no siempre es suficiente para obtener los resultados esperados. De todas formas, prepararnos mentalmente para consecuencias negativas es la mejor manera de gestionar la frustración cuando esta llega.
También es necesario calmarse y respirar. No pasa nada por sufrir un contratiempo. Al fin y al cabo, la vida es una carrera de obstáculos que debemos ir sorteando, y aunque a veces nos caigamos como les sucede a los atletas profesionales, es nuestra responsabilidad levantarnos y mirar hacia delante.
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.