Depresión Bipolar y suicidio
El Trastorno Bipolar es una grave enfermedad mental, también llamada maníaco-depresiva. Las personas que tienen este trastorno experimentan alteraciones en el estado de ánimo anormales. Típicamente alternan episodios de estado de ánimo normal con otros de manía, durante los cuales se muestran demasiado contentos, irritables e hiperactivos con períodos de depresión, durante los cuales se encuentran desanimados, tristes, inactivos y en ocasiones asocian ideas de muerte o autolíticas.
El diagnóstico de un Trastorno Bipolar es basándose en una serie de criterios clínicos establecidos por consenso, no existe ninguna exploración complementaria (analíticas, prueba de imagen…) que permita confirmar el diagnóstico de Trastorno Bipolar.
De ahí la importancia de contar con un profesional experimentado que realice un diagnóstico adecuado basándose en los síntomas y la evolución longitudinal del paciente, que a la larga suele ser muy esclarecedora. Resulta de vital importancia realizar un adecuado diagnóstico de la forma más precoz posible, debido a que existe un tratamiento preventivo que puede llegar a resultar muy eficaz en el mantenimiento.
Llegados a este punto, es importante en primer lugar realizar un adecuado diagnóstico diferencial, o lo que es lo mismo, evitar una posible confusión con otros trastornos que pueden presentar síntomas que en un momento dado podrían mimetizar a los presentes en el trastorno afectivo bipolar, que podrían ser tanto de causa psiquiátrica (consumo de substancias, trastornos de personalidad…) como orgánica (esclerosis múltiples, lesiones ocupantes de espacio a nivel cerebral, enfermedades metabólicas o endocrinológicas, demencias…).
El adecuado cumplimiento del tratamiento psicofarmacológico, la abstinencia de tóxicos y la psicoeducación del paciente y familiares (entendida como la adquisición de conocimientos entorno a las diferentes fases del trastorno, los factores protectores y favorecedores de recaídas, los síntomas precoces sugestivos de descompensación) son factores que claramente ayudarán a reducir la probabilidad de reaparición de los sintomas.
En el caso de los episodios depresivos, el paciente puede mostrarse triste, desesperanzado y pesimista, con importante ansiedad, pérdida de interés por actividades y de la capacidad de disfrutar con actividades, con falta de energía, sensación de enlentecimiento y torpeza mental (dificultad para concentrarse, tomar decisiones…).
Frecuentemente asocian alteraciones del sueño y de los hábitos alimentarios, bien por pérdida de apetito y disminución de peso o incremento de las ingestas con un incremento de peso asociado. En este contexto, el paciente puede presentar ideas de culpa, ruina y catástrofe, así como ideas de muerte o suicidas. La gravedad de los episodios depresivos y maníacos varía según la persona, e incluso puede variar en la misma persona en distintas fases del trastorno.
En el caso específico de la depresión bipolar, se ha descrito como característica diferencial respecto a otro tipo de depresiones (a pesar de que no siempre están presentes) la inhibición e hipersomnia diurna (más frecuente que en otro tipo de depresiones), así como una tendencia de los episodios a ser más cortos y más frecuentes que en el caso de la depresión unipolar. Cabe tener en cuenta que con la evolución del trastorno los períodos intercríticos pueden ir reduciéndose, de forma que cada vez pueden producirse episodios de descompensación del humor con mayor frecuencia.
Con una relativa frecuencia los pacientes afectos de un Trastorno Bipolar pueden asociar otros trastornos psiquiátricos, como trastornos de personalidad, trastornos por uso de sustancias o juego patológico, existiendo en estos casos un peor pronóstico del trastorno, y en particular en el caso de los episodios depresivos se incrementa de forma muy significativa el riesgo de suicidio, ya de por si elevado respecto a la población general en este tipo de pacientes.
Sin un tratamiento eficaz, la depresión bipolar puede acabar en suicidio entre el 10-15% de los casos. Para reducir este riesgo, es muy importante el diagnóstico temprano de la enfermedad y el tratamiento a largo plazo.
Síntomas como los sentimientos de desesperanza y desesperación, el aislamiento de su entorno, la presencia de comportamientos de riesgo o autodestructivos, incremento en los consumos de alcohol u otras drogas y la verbalización de ideas de muerte son señales que nos deberían poner en alerta: preguntar a una persona en esta situación sobre la existencia de ideas de muerte de forma directa y afectuosa no va a precipitar las ideas suicidas. En caso de detectarlas debería consultarse con algún profesional experto en salud mental para realizar un reajuste terapéutico adecuado o, en caso necesario, proceder a un ingreso hospitalario con la finalidad de estabilizar clínicamente el episodio.
Laura Morillas
Médico psiquiatra
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.
6 Comments
Yo soy un paciente con trastorno bipolar que dejo la medicación para ver si logro controlar sin medicación la enfermedad tengo muchas ganas de matarme a veces pero saco fuerza de los niños y pienso en lo que puedo lograr si encuentro una forma de controlar las emociones sin medicación se que todos no somos iguales pero lo importante es no rendirse por mas estemos podridos de nosotros mismos perdon por la falta de ortografía pero apenas pude estudiar ya que mi infancia fue de muchos decaidas pero de a poco trato de mejorar ahora mismo tengo 21 años hace 2 años que deje la medicación por voluntad propia se que no es lo recomendable pero no me gustaba tomar 7 remedios todos los días que poco me hacian la risperidona me hacía engordar con 13 años pesaba 90 kilos de por si las fases de anciedad que me venian eran feas mas el remedio ni que hablar pero lo mas importante es el apoyo de la familia y personas cercanas en mi caso eran puras discusiones familiares y casi siempre terminaba descompensado así que es mejor evitar eso
Hola, yo soy madre de una chica de 16 años con trastorno bipolar y estoy tratando de documentarme y aprender como esta enfermedad influye en su aprendizaje escolar y también como llevar una mejor relación con ella.
Yo soy paciente con trastornos bipolar y la verdad aguante la enferdad 10 años hasta que me diagnosticaron y no tuve calidad de vida y varios intentos de suicidios que gracias a Dios no fueron efectivos.
Con la medicación pude tener una normalidad relativa por que sufro aveces caídas y oscilaciónes.
Sin medicación tarde o temprano voy a morir
Soy una paciente afectada de trastorno bipolar tipo II de ciclado rápido. Ademas de fases de manía y fases de depresión, presento episodios mixtos muy fuertes y de profundo odio hacia mí misma.Son ya muchas las ocasiones en que me he afeitado completamente la cabeza en una de esas crisis.
Me siento totalmente identificada con lo que dice el artículo de la Dra. Laura Morillas.
Yo tomo mi medicación y soy estrictamente constante con ella, pero aún así, esta enfermedad es devastadora.
A mí personalmente me desestabilizan mucho los problemas en mis relaciones afectivas, tanto de familia como de pareja. En ocasiones pienso que jamás voy a encontrar a nadie (a parte de mi familia próxima) (madre y hermanos) que me quiera lo suficiente como para comprender mi enfermedad y convivir con ella.
Hace años cuando todavía no estaba diagnosticada un psiquiatra llegó a decirme «tú no estás enferma, es que tú eres así» . Lo más penoso no es eso, sino que recientemente, otro enfermo de trastorno bipolar que además yo consideraba mi amigo,llegó a decir sobre mí » dudo mucho que padezca tastorno bipolar» haciendo que mi pareja piense que todo lo que tengo «es teatro»
Mi relación de pareja se ha deteriorado muchísimo y la verdad es que ya empiezo a estar agotada de luchar contra esta enfermedad que me va ahogando y acorralando lentamente sin dejarme salidas.
A veces en los periodos depresivos por un instante pienso en dejar la medicación porque echo de menos la alegría, euforia, capacidad de trabajo y rapidez mental que tengo cuando «LA BESTIA». (como yo la llamo) no está adormecida por los fármacos. Pero gracias a dios nunca he caído en esa tentación, ya que si bien eso es cierto, también lo es el hecho de que antes de estar diagnosticada y medicada estuve muy enferma.
Llevo ya 30 años con la enfermedad y hace 20 que me diagnosticaron y mi experiencia me dice que lo que más necesitan estos enfermos es tomar su medicación y amor incondicional por parte de las personas a las que ellos aman, aunque esto segundo es dificil de encontrar, ya que desde mi experiencia y en este momento de mi vida estoy llegando a la conclusión de que con los años todo el mundo acaba cansándose de aguantarme, si bien es cierto que estoy escribiendo esto en un amargo momento de mi vida.
De todas formas les recomiendo a los enfermos que en este sentido nunca pierdan el ánimo ya que después de dos relaciones fallidas, una que duró 18 años y otra que duró 10, guardo esperanza y también pienso que a pesar de todo la vida es bonito vivirla, y cada vez que nos dormimos es para despertar a nuevas vivencias mejores o peores pero que siempre nos irán enseñando cosas nuevas sobre como encarar la vida y nuestra enfermedad.
Espero que mi testimonio pueda ayudar a alguien, ya sea paciente o familiar, a sobrellevar las cosas y animarle a seguir luchando cada día.
Animo y no dejemos que la enfermedad nos venza.
El 9 de marzo del 2021 recibí la fatal noticia, mi hijo me envió un mensaje, que decía, hace 2 dias mi esposa se escapó de casa y hoy le encontramos muerta, fue una devastadora noticia, la peor de mi vida y las circunstancias en las que la encontraron horribles, el resultado de la autopsia me lo comentó mi hermana por teléfono, dijo que el encargado de recoger la documentación dijo en voz alta que el resultado de la autopsia era por sofoco y asfixia.
Y después de su muerte, me enteró que padecía de trastorno afectivo bipolar. Aunque por los signos y sintomas que mi hijo me comentaba debia haber hecho algo, ella siempre me pedia que ore siempre y como con desesperación y yi creyendo que era profundamente religiosa, no y no, lo que traba de comunicar era el infierno interno que la atormentaba, que imbecil de mi, incluso escribia sobre la muerte y segun yo era una gran escritora no y no, son señales es ansiedad es desesperación por ser escuchados. y ahora que ya no está es cuando logró entender su enfermedad.
A veces más vale tarde que nunca otras es tarde para todo, porque la enfermedad a vencido. No se que es más fuerte, el dolor por su pérdida o la vergüenza de no haber sabido entender su enfermedad y cuidarla con más ternura, Que estupidez la mía,como si solo por pensarlo, la culpa va a esfurmarse, nunca, escuchen nunca, se esfumará, por lo que tendré que aprender a vivir sin mi Nuerita bella y con la culpa como sentencia, es lo que merezco pero no es nada comparada con la soledad en que veo a mi hijo por la ausencia de su preciosa y joven esposa (32) ese es el verdadero castigo, piensen, los actos tienen eco, la apatía también.
Por lo que recomiendo si una persona querida o cercana a ustedes padece de trastorno bipolar pongase alerta, investiguen sobre la enfermedad y como tratar a la persona que la padece, ya que bien tratada y amorosamente cuidada, la persona que sufre esta grave enfermedad que por cierto ha sido incurable, puede vivir una larga y fructífera vida, no lo haga cuando sea demasiado tarde, como yo.
Mi culpa es mayor porque confundí su enfermedad con depresión y tengo la capacidad por mi formación de haber ayudado primero a mi hijo y también a su familia, no asumo culpas sola, todos fuimos ciegos mentales, pero para nosotros es tarde, si es su caso, aún está a tiempo de quitarse la venda.
Esperó que mi testimonio ayude a salvarle la vida aunque sea solo a una persona con esta fatalenfermedad.
Hola Adriana para ser honesta no se como llegue a su post. Mi madre padece trastorno bipolar tipo 2, en este momento esta pasando por una d sus crisis… en el pasado ha estado hospitalizada, esta vez no se como terminara. Hace meses ha comenzado hablar de la muerte, NO d suicidio, pero si habla de testamento, incluso lleno todos los documentos para donar su cuerpo a la ciencia cuando muera. No se, si todo esto debo tomarlo como una alerta.
Gracias por su invaluable consejo. Que Dios le de consuelo a su hijo y a usted.
Ana