Educar en la autolimitación
Pautas para poner límites a nuestros hijos
Contenido
- 1 Pautas para poner límites a nuestros hijos
- 2 El amor incondicional
- 3 Una estrategia educativa planificada y consensuada
- 4 Una educación basada en los sentimentos
- 5 ¿Cómo podemos propiciar la colaboración de los hijos?
- 6 ¿Porqué NO sirve?
- 7 Alternativas al castigo
- 8 Método para resolver los problemas conjuntamente
- 9 Alternativas al NO
- 10 ¿Cómo liberar a un hijo de las cargas?
- 11 Recursos de apoyo
Poner límites y educar en la autolimitación es importante ya que, «donde todo vale, nada tiene valor». Saber que «todo no se puede tener», acercar al niño/a a la realidad de la vida y evitar la insaciabilidad que caracteriza algunos niños/as de hoy.
El límite es una de las partes más valuosas de la educación y su aplicación, a veces, puede requerir tener que decir «no», «ahora no», «todavía no», «ya no» a las criaturas. Pero no tiene que ser un «no» autoritario y tiránico como en épocas pasadas, sino que se trata de un «no» educativo. Es necesario que el niño/a comprenda que el «no» será más beneficioso para su desarrollo personal que el permisivo «sí». Los argumentos, en este sentido se basan no sólo en la utilidad para él mismo, sino en la solidaridad hacia la familia y la colectividad. Se le ha de recordar que los bienes, tanto materiales como sociales, en una sociedad, no son ilimitados, sino que son limitados y finitos y que, para disfrutarlos, es necessario un equilibrio a la hora de compartirlos.
Los limites proporcionan seguridad y protección y son una referencia a tener presente cuando afronta situaciones nuevas.Además, aceptar que existen límites a sus deseos, hace que el niño/a vaya siendo capaz de tolerar y superar la frustración que esto le supone, y le ayuda a desarrollar el autocontrol.
Es necesario poner límites a los deseos y actuaciones de nuestros hijos. Es positivo para ellos, para nosotros, para la convivencia. Pero lo haremos desde:
El amor incondicional
Creando un clima emocional familiar positivo, una relación de aceptación y amor incondicional que hará que nuestro hijo/a haga lo que deseamos no por miedo, ni porque se lo mandamos, sino porque nos quiere satisfacer, porque nos ama y quiere que estemos contentos, y aun mejor, porque se quiere sentir bien con él mismo sabiendo que hace lo que está bien.
Los hijos/as necesitan saberse queridos y aceptados siempre, especialmente cuando les estemos corrigiendo.
Una estrategia educativa planificada y consensuada
Hay que evitar siempre las reacciones “en caliente”.
Buscaremos la transmisión en el dia a dia de los VALORES que nuestra familia considere primordiales.
Es necesario que los padres actuen como un equipo sin fisuras (al menos delante de los hijos).
Nunca desacreditaremos a la pareja delante de los hijos.
Una educación basada en los sentimentos
Tenemos que aceptar y respetar los sentimentos negativos del hijo/a (incluso cuando están muy enfados con nosotros!) pero les tenemos que enseñar la manera positiva de expresarlos y gestionarlos.
Una educación basada en los sentimentos
Tenemos que aceptar y respetar los sentimentos negativos del hijo/a (incluso cuando están muy enfados con nosotros!) pero les tenemos que enseñar la manera positiva de expresarlos y gestionarlos.
Usando el Elogio y el reconocimiento positivo.
Evitando la fuerza, la imposición, la coerción.
Evitando el castigo (lo reservaremos para conductas y situaciones “extremas”).
Evitando desgastar la palabra “NO”.
Promocionando la autonomia de los hijos
Implicando a los hijos en la búsqueda de soluciones a los conflictos familiares y a los problemas de convivencia (así facilitamos la interioritzación de pautas y el cumplimiento de los pactos).
¿Cómo podemos propiciar la colaboración de los hijos?
NO sirve | SI que sirve |
Los reproches y acusaciones Insultos Amenazas Órdenes Sermones moralizadores Advertencias Victimismo Comparaciones Sarcasmos Profecias | Describir el problema Dar información Expresarse con pocas palabras Comentar los propios sentimientos Escribir una nota Hacer pactos y registros de seguimiento |
Más que “formar” al niño/a, lo “deforma” porque el niño, en lugar de lamentar su mala acción y buscar la manera de corregirse, se obsesiona sólo con fantasias de venganza.
Cuando castigamos a un niño/a, lo privamos del importantísimo proceso interno de enfrentar-se a sus propios errores.
El castigo no soluciona nada, solo es eficaz mientras está, y cuando lo retiramos, reaparece la conducta indeseable.
¿Porqué NO sirve?
Más que “formar” al niño/a, lo “deforma” porque el niño, en lugar de lamentar su mala acción y buscar la manera de corregirse, se obsesiona sólo con fantasias de venganza.
Cuando castigamos a un niño/a, lo privamos del importantísimo proceso interno de enfrentar-se a sus propios errores.
El castigo no soluciona nada, solo es eficaz mientras está, y cuando lo retiramos, reaparece la conducta indeseable.
Alternativas al castigo
- Expresar una censura rotunda a la acción (sin atacar el caracter del niño/a).
- Manifestar nuestras expectativas.
- Enseñar al niño/a cómo puede rectificar.
- Dar opciones.
- Tomar medidas (consecuencias naturales de las acciones).
- Resolver conjuntamente los problemas.
Método para resolver los problemas conjuntamente
- Hablar de los sentimientos y las necesidades del niño/a.
- Hablar de los sentimientos y las necesidades de padres (profesores, otros familiares…).
- Ser creativos para encontrar una solución que sea aceptable para todos
- Escribir todas las ideas sin evaluarlas.
- Decidir qué propuestas nos gustan, cuales descartamos y queremos seguir a partir de ahora.
- Permitir al niño/a que experimente las consecuncias de sus errores.
Cuando el problema persiste, por regla general se tiene que suponer que es más complicado de lo que parecía al principio, y que se necesita una táctica más compleja, que requerirá involucrar a todos los implicados.
Alternativas al NO
Dar información. Describir el problema y dejar que el niño/a concluya por él mismo/a.
– ¿me llevas a la biblioteca en coche?
– me encantaria, pero el problema es que la abuela vendrá dentro de media hora (el niño puede concluir que no da tiempo).
Aceptar los sentimientos (A veces la resistencia se desarma cuando alguien nos comprende).
– No tengo ganas de ir a casa.
– Ya veo que si de ti dependiera nos quedariamos en el parque horas y horas (cogiéndole mano para irnos), ¿verdad que sabe mal irnos de un sitio dónde nos lo pasamos tan bien?
Siempre que sea posible sustituir el NO por un SI.
– ¿puedo ir a jugar?
– claro que si. En seguida que acabes de comer.
Darse tiempo para pensar.
– puedo ir a dormir a casa de Juan?
– deja que me lo piense un poco.
Esperar a consensuar con la pareja.
– puedo ir a dormir a casa de Juan?
– deja que lo hable con tu padre y lo decidamos juntos.
Saber elogiar los pequeños progresos.
Saber elogiar la parte positiva de su intento aunque haya partes negativas.
Las alabanzas deben ser apropiadas a la edad y al grado de aptitud del hijo/a (si alabo una acción realizada sin esfuerzo se puede sentir insultado, puede sonar a sarcasmo).
Evitar el falso elogio: el tipo de elogio que pueda sugerir antiguas debilidades o fracasos anteriores: “Muy bien, finalmente tocas esta pieza musical como debe sonar”, “¡no me pensaba que aprobarias el curso, pero lo has conseguido!”
Un exceso de entusiasmo puede tener el efecto contrario y disminuir el deseo de seguir prosperando.
Si la madre dice “eres una virtuosa al piano. Deberías tocar en el Liceu”. La hija puede pensar “son los padres los que quieren que triunfei, no yo, yo tengo suficiente tocando en las fiestas de los amigos”.
Si el padre dice «siempre he sabido que podías hacer esto” el hijo/a puede pensar “¿cómo lo sabia él si nisiquiera yo lo sabia?”. Sería más provechoso decir “esta medalla representa meses de entreno y mucha decisión. ¡Que exito!.”
Es mejor decir “Debes estar muy orgulloso de ti mismo!”, que decir “estoy orgulloso de ti”.
Advertencias sobre el elogio
Saber elogiar los pequeños progresos.
Saber elogiar la parte positiva de su intento aunque haya partes negativas.
Las alabanzas deben ser apropiadas a la edad y al grado de aptitud del hijo/a (si alabo una acción realizada sin esfuerzo se puede sentir insultado, puede sonar a sarcasmo).
Evitar el falso elogio: el tipo de elogio que pueda sugerir antiguas debilidades o fracasos anteriores: “Muy bien, finalmente tocas esta pieza musical como debe sonar”, “¡no me pensaba que aprobarias el curso, pero lo has conseguido!”
Un exceso de entusiasmo puede tener el efecto contrario y disminuir el deseo de seguir prosperando.
Si la madre dice “eres una virtuosa al piano. Deberías tocar en el Liceu”. La hija puede pensar “son los padres los que quieren que triunfei, no yo, yo tengo suficiente tocando en las fiestas de los amigos”.
Si el padre dice «siempre he sabido que podías hacer esto” el hijo/a puede pensar “¿cómo lo sabia él si nisiquiera yo lo sabia?”. Sería más provechoso decir “esta medalla representa meses de entreno y mucha decisión. ¡Que exito!.”
Es mejor decir “Debes estar muy orgulloso de ti mismo!”, que decir “estoy orgulloso de ti”.
¿Cómo liberar a un hijo de las cargas?
Buscar oportunidades para mostrarle una nueva imagen de si mismo.
La madre le dice a un hijo “destrozado” vs “tienes este juguete desde los 3 años y parece casi nuevo”.
Ponerlo en situaciones en que se pueda ver de otra manera.
El padre le dice a un hijo «goloso vs: “Pablo, reparte estas galletas a partes iguales entre los 3 hermanos».
Intentar que nos oiga decir alguna cosa favorable sobre él a otra persona.
¿Sabes qué abuela?, Pablo (“llorón”) mantuvo el brazo bien firme a pesar de que la injección era muy dolorosa.
Dar ejemplo del comportamiento deseado.
El padre, ante un hijo “desorganizado” dice “Uf. Me da pereza limpiar el garaje, ¡es un caos!. Ya sé, en vez de hacerlo todo de golpe lo limpiaré por seccione».
Ser la memoria viva de sus momento más inspirados (éxitos anteriores…).
Cuando actúe de acuerdo con la etiqueta antigua, expresar nuestros sentimientos y expectativas.
“No me gusta nada esta actitud. Aunque te sepa muy mal perder, espero deportividad”.
Recursos de apoyo
Internet
www.familiaforum.net (fundació Claret)
www.jouscout.com pautas educativas, educación en valores, cuentos y reflexiones, algunas extraidas de la colección de libros “TOMATE TIEMPO» Material de plegaria y reflexión para niños, adolescentes y jovenes.”, que oferece Editorial Claret.
Bibliografia recomendada
Delaroche, P. (2006): ¡Padres, atreveos a decir «No»! Barcelona: Editorial De Vecchi.
Dolto, Françoise (1998): ¿Cómo educar a nuestros hijos? Reflexiones sobre la comprensión y la comunicación entre padres e hijos. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
Faber, Adele i Mazlish, Elaine (2002). Como hablar para que sus hijos le escuchen y como escuchar para que sus hijos hablen. Edidiones Medici
Ferrerós, María Luisa (2006): Sí, mama. Las soluciones más eficaces para qur tus hijos se porten bien: de la infancia a la adolescencia. Barcelona: Planeta.
Ferrerós, María Luisa (2003): Pórtate bien. El método a medida para entender y educar a tus hijos. Barcelona: Planeta
Nitsch, C. – Schelling, C. von (1998): Límites a los niños: cuándo y cómo. Barcelona: Ediciones Medici.
Rosenberg, Marshall B. (2000): Comunicación no violenta. Cómo utilizar el poder del lenguaje para evitar conflictos y alcanzar soluciones pacíficas. Barcelona: Edicions Urano.
Córdoba, Ana Isabel; Descals, Adela y Gil, Maria Dolores. Psicologia del desarrollo en la edad escolar. Ediciones Piràmides
Huebner, Dawn. Qué puedo hacer cuando refunfuño demasiado. Un libro para ayudar a los niños a superar el negativismo. TEA Ediciones
Urra, Javier. El pequeño dictador. Editorial: la esfera de los libros
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.