El trastorno de compra compulsiva (TCC)
¿Qué es el trastorno de compra compulsiva?
Contenido
El trastorno de compra compulsiva (TCC) es un trastorno psicológico del control de impulsos, representado por preocupaciones excesivas relacionadas con las compras y por la necesidad irrefrenable de comprar objetos de forma constante. Se acompaña de sentimientos de ansiedad, irritabilidad o malestar, y acostumbra a generar complicaciones de tipo económico, familiar, social y laboral.
Los objetos que se compran en realidad no se necesitan y en la mayoría de los casos ni tan solo se utilizan, sino que se guardan en un armario. El objeto en sí no es el beneficio sino la reducción de la ansiedad que se consigue al comprarlo.
Cómo funciona el TCC
El funcionamiento de este tipo de trastorno se asemeja a cualquier tipo de adicción. Empieza siendo algo que produce un placer o beneficio inmediato, que con el tiempo va perdiendo su efecto placentero, de manera que el individuo necesita ir incrementado el consumo para obtener los mismos niveles de placer. Se llega a un punto en el que el adicto ya no busca el placer sino aliviar momentáneamente la angustia producida por la compulsión realizando su conducta adictiva. Normalmente, tras el consumo, la persona experimenta sentimientos de culpabilidad. Por lo tanto:
- Existe un síndrome de abstinencia manifestado a través de mucha angustia.
- Aparece la necesidad compulsiva de consumir (craving).
- La ansiedad desaparece momentáneamente tras el consumo.
- Se crea una tolerancia y el nivel de consumo se incrementa progresivamente.
- La compra compulsiva genera desadaptaciones en las áreas vitales de la persona.
¿Por qué sucede este trastorno?
- A nivel bioquímico: Este tipo de trastornos son comórbidos con otro tipo de patologías como los trastornos del estado de ánimo, ansiedad, consumo de substancias y/o alcohol e incluso trastornos alimentarios. Es habitual que las personas que lo sufren también agrupen características del Eje II de personalidad.
- A nivel psicológico: Los individuos con trastorno de compra compulsiva, a menudo tienen baja autoestima de manera que más fácilmente pueden caer en conductas adictivas que les hagan sentir mejor con ellos mismos. El problema es que cuando la adicción ya está consolidada, no mejora la autoestima sino al contrario. La persona se siente cada vez más frustrada, impotente e inútil por no poder parar su conducta. A nivel psicológico, como hemos comentado anteriormente, son especialmente vulnerables aquellas personas que comparten características de personalidad relacionadas con el Eje II.
- A nivel de entorno: Al mismo tiempo, seguramente se trata de personas que en su infancia/adolescencia han tenido carencias afectivas o educaciones disfuncionales. Por ejemplo, personas que han tenido padres muy estrictos que no satisfacían sus deseos lo más mínimo o justo lo contrario, personas que en sus infancias han tenido un exceso de permisividad, ausencia de límites y normas y a los que quizás se les ha premiado únicamente con refuerzos de tipo material para cualquier tipo de situación.
Consecuencias del TCC
Las personas que padecen este tipo de trastorno no son conscientes de lo que les ocurre hasta que no empiezan a tener consecuencias graves derivadas del mismo, como por ejemplo:
- El endeudamiento continuado.
- Complicaciones en el trabajo por dedicar demasiado tiempo a la conducta adictiva (por ejemplo, pasarse las horas mirando páginas de Internet para comprar).
- Tener problemas con la pareja o con las amistades.
- La mentira es una constante que acompaña a este tipo de personas, pues para poder explicar sus deudas o faltas necesitan recurrir a explicaciones falsas.
Tratamiento del trastorno de compra compulsiva
Por experiencia propia el mejor tratamiento es el que está basado en la terapia cognitivo conductual, en el que por un lado se trabaja sobre la conducta adictiva y por el otro se corrige el pensamiento erróneo que la ha suscitado.
Por ejemplo:
Para que tome conciencia, se le dice al paciente que realice un seguimiento por escrito de los consumos que va realizando, facilitando todos los datos que pueda para poder conocer qué facilita su aparición.
En el mismo sentido, se le dice a la persona que haga una lista de los objetos comprados. A continuación le pedimos que tire aquellos objetos que realmente no utiliza o no le hacen feliz.
Conjuntamente a los enfoques cognitivos y conductuales, en muchos casos también se usarán otro tipo de herramientas propias de terapias humanistas, constructivistas o sistémicas que irán más dirigidas a tratar las emociones, constructos internos o sistemas de funcionamiento.
En los casos en los que existe otro tipo de trastorno de forma comórbida como depresión o ansiedad, es probable que se requiera de tratamiento farmacológico al mismo tiempo que la terapia psicológica.
¿Se puede solucionar el TCC?
En los casos en los que hay características patológicas de personalidad relacionadas con el Eje II, es más complicado, aunque no imposible. Como siempre digo, si la persona es consciente de que tiene un problema, pide ayuda y está dispuesta a trabajar y a tener un poco de paciencia, seguro que se obtienen buenos resultados.
Por mi experiencia, este tipo de trastornos tienen buena respuesta al tratamiento. Aunque es verdad que cada caso tiene sus particularidades, en general si la persona cumple los criterios mencionados, logramos solucionarlo.
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga Clínica
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.