¿Funciona la terapia de pareja?
Una pareja es un sistema formado por dos personas que comparten tres aspectos fundamentales: El amor, el sexo y los pactos.
Cómo funciona la terapia de pareja
Veamos como influye cada uno en la relación de pareja y que aspectos se tratan en la terapia.
- Amor: Entre estas dos personas debe existir un sentimiento recíproco de cariño y afecto. Amar significa, al fin y al cabo, sacrificarse por el otro, estar dispuesto a ceder en determinados aspectos por el beneficio de la otra parte. Querer es estar dispuesto a renunciar a algo por el otro, como la madre que invierte su tiempo en cuidar a su bebé, o el que saca a pasear cada día a su perro aunque no le apetezca, o el que ayuda a un amigo a hacer una mudanza cuando preferiría hacer otra cosa. La verdad es que querer, amar, es la parte fácil de los aspectos necesarios para que una pareja funcione. De hecho, muchas parejas tardan en romper la relación porque aún queda amor entre los dos.
- Sexo: A parte de amarse, una pareja debe tener algo más. No se trata de un amor fraternal, como el de un padre a su hijo, sino de un amor pasional entre amantes. Debe existir una atracción sexual entre los miembros de la pareja. El sexo es parte importante del ser humano y cuando hablamos de una relación de pareja, este componente es indispensable para el buen funcionamiento del sistema. Si el sexo falla, a corto o a largo plazo, la relación acaba debilitándose y acaba convirtiéndose en una relación de amistad, de compañerismo, incluso de mucha afinidad. Pero el impulso sexual sigue estando ahí, contenido, y para el buen funcionamiento de la pareja, debe haber entendimiento en este sentido. En ocasiones, en terapia, éste puede ser el componente que está fallando. Entonces, el trabajo psicológico, se centra más en los aspectos sexuales de la relación.
- Pactos: En el fondo, de los tres aspectos implicados, éste es el que acaba fallando más veces. Cuando hablamos de pactos nos referimos a los diversos acuerdos que se establecen entre los dos miembros de la pareja para que ésta funcione. Recordemos que una pareja está formada por dos individuos diferentes, cada uno de los cuales es un ente pensante y autónomo, con sus características de personalidad, sus recursos psicológicos, sus virtudes y sus defectos. Son dos sistemas que en un ámbito de sus vidas han decidido de mutuo acuerdo juntarse y formar un nuevo sistema llamado pareja. De esta manera, los pactos serán todas las normas y reglas implícitas o no que se establecerán entre ambos miembros. Por ejemplo, establecer qué cosas harán juntos los miembros y cuales harán por separado (vacaciones, salidas con amigos, deportes, etc.), quién se encargará de las tareas de la casa (uno, el otro o los dos y en qué medida), entre muchos otros.
Cuando una pareja decide acudir a terapia, lo más probable es que los miembros ya hayan probado otras maneras de solucionar sus diferencias y que hayan fracasado. El trabajo de un terapeuta de pareja es analizar la pareja y encontrar cuales de estos tres puntos están suponiendo una dificultad.
A veces, el problema es más básico, y ya no se trata de amor, sexo o pactos, sino de respeto hacia el otro. Para que una pareja funcione, es indispensable que entre ambos miembros haya una situación de respeto y consideración mutua, y que los dos miembros sean considerados por igual.
Normalmente, la demanda inicial de los miembros de la pareja es mejorar y sanar su relación. Para ello, es necesario que ambas personas estén dispuestas a dialogar y a trabajar en equipo, escuchando las indicaciones y consejos del terapeuta.
A veces, conforme avanza la terapia, el psicólogo observa que uno de los dos miembros lo que quiere en realidad es que la otra persona cambie para que la pareja funcione y la terapia sólo le sirve de excusa a esta persona para llevar a término su objetivo. Existe, en esta situación, lo que en psicología se llama una demanda maliciosa, en que la persona dice querer solucionar su problema, pero en realidad, lo único que quiere es que el otro cambie y se adapte.
Sin embargo, cuando el objetivo de ambos miembros de la pareja es el mismo, es decir, solucionar conjuntamente los aspectos de la pareja que no funcionan, cuando ambos se implican, trabajan y son constantes, en la mayoría de las ocasiones, una terapia de pareja obtiene muy buenos resultados.
Helena Romeu
Psicóloga Clínica
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.