Habilidades sociales: ¿Cómo hacer para relacionarnos más y mejor?
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En terapia es común que se pregunte por las habilidades sociales. Hay mucha gente que tiene dificultades para relacionarse con los demás. Se sienten temerosos cuando se encuentran en círculos sociales y no saben cómo desenvolverse o empezar una conversación. Puede ser por timidez, por desconocimiento de cómo hacerlo, por miedo, por vergüenza, por inseguridad, pero al final, la demanda siempre es la misma “No sé cómo introducirme en un grupo”, “Cuando conozco gente nueva no sé qué decir”, ¿Y si hago el ridículo?, ¿Y si no me prestan atención o me interrumpen o peor, y si se ríen de mí?”.
Las habilidades sociales derivan de conocimientos específicos que incluyen toda una serie de reglas, convenciones, elementos de sociabilidad, protocolos, y características psicológicas de las personas. Por lo tanto, no son innatas, sino que se aprenden a lo largo de la vida, a través de la interacción con el entorno (familiar, escolar, amistades, trabajo, etc.). Aquellos que no han podido aprenderlas o no las han adquirido adecuadamente, por los motivos que sean, siempre están a tiempo de realizar cursos, terapias o clases para desarrollarlas. En todo caso, se llevarán a cabo defendiendo nuestros derechos y sin atacar los derechos de los demás y ahora mostraremos algunos ejemplos:
Técnicas útiles para las relaciones
Darse a conocer. Presentarse uno mismo. Iniciar relaciones interpersonales.
Las formas más comunes de “romper el hielo” son:
- Frases hechas, rituales, tópicos: “Buenos días”.
- Exponer hechos: “Hoy hace frío”.
- Exponer opiniones: “Hace más frío del que sería lógico en esta época”.
- Declarar sentimientos: “Me preocupa este cambio de clima”.
Utilidades para “venderse”:
- Proyectar una imagen verdadera.
- Ser específico (aportar datos).
- Revelar aspectos negativos.
- Dejarse convencer (aunque sea coincidir en lo cierto).
Invitar a alguien. Estrechar lazos. Conseguir una cita.
Algunas de las estrategias más útiles son:
- Buscar una actividad favorable para todos.
- Ser directo y franco: anunciar la invitación desde la primera palabra.
- Ser progresivo (empezar por cosas sencillas).
- Ser moderadamente informal.
- Quedar en una hora establecida para la cita antes que se termine la conversación.
- Si te dicen que no:
- Pedir sugerencias.
- Sugerir tú mismo otra actividad.
- Ofrecer claramente la posibilidad de que digan que no, de forma radical.
- Si no se produce esta negativa, puedes insistir (si estás muy interesado).
Hacer (y recibir) cumplidos
Hacer cumplidos
- El cumplido puede versar sobre:
- Aspecto físico.
- Cualidades personales, manera de ser.
- Posesiones, logros.
- Condición imprescindible: Debe ser verdad.
- Es mejor hacerlos con una pregunta abierta al final, especialmente si deseas iniciar una conversación: “Qué corbata tan interesante. ¿Cómo se te ocurrió comprártela?”.
Los cumplidos sirven para:
- Hacer cumplidos es valioso para demostrar que alguien te resulta interesante, y que deseas informarle acerca de ello.
- Es un buen modo de iniciar una conversación.
- Si no los haces, puedes dar la impresión de que los demás no te gustan.
Aceptar cumplidos
Aceptar cumplidos sirve para:
- Demuestras que sabes apreciar lo que se te dice.
- Comunicas que la opinión de quien te los hace, te resulta grata.
- Si no los aceptas, reduces la posibilidad de que los demás te valoren positivamente.
Instrucciones para aceptar cumplidos:
- Jamás se debe minimizar un cumplido, ni mucho menos despreciarlo.
- Como mínimo hay que decir “Gracias”.
- Si deseas proseguir una conversación, puedes incrementar la respuesta: “Me gusta que te hayas fijado”. “A mí también me gusta mucho”. “Lo sé; gracias por decírmelo”.
Interrupciones
Curiosidades acerca de interrupciones y sexo:
- Los hombres interrumpen más a las mujeres que a otros hombres.
- Las mujeres interrumpen muchas menos veces, ya sea a hombres ya sea a mujeres.
- Las mujeres no toman la palabra tantas veces, ni la mantienen tanto tiempo como los hombres.
- Los hombres de posición elevada interrumpen a las mujeres de posición elevada y a hombres y mujeres de posición inferior.
- Las mujeres de posición elevada tienden a interrumpir, solamente, a hombres y mujeres de posición inferior.
Evitar interrupciones intemperantes
- No mirar directamente a quien te interrumpe.
- Mantener el contacto ocular con quien estés hablando (o con el grupo).
- Elevar ligeramente el volumen de la voz.
- Hacer una señal no verbal de no admitir interrupciones (señal de “alto” con la mano) sin mirar directamente.
- Decir: “No he acabado; espere un momento”.
- Jamás pedir excusas: “Perdón”. “Disculpe, pero estoy hablando”.
Cómo hacer interrupciones aceptables. Cómo interrumpir con elegancia.
- Llamar por el nombre: “Juan, no estoy de acuerdo…”
- Aprovechar las pausas de transición.
- Coincidir: “Muy interesante; permítame añadir…”
Expresión verbal: lenguaje
- Empezar presentándote, y explicando lo que vas a decir.
- Decirlo:
- Por puntos.
- Directo y afirmativo.
- Sin disculpas ni evasivas.
- Evitar fórmulas manidas: “No soy orador”. “Voy a ser breve”. “No quiero cansarles”.
- Simple, mucho más simple en la forma oral que en la escrita.
- No leas nunca un discurso: lleva un guión y desarróllalo.
- Coloquial, animado, entendible.
- Breve, conciso, punto por punto.
- Inclusivo: no se deben emplear términos restrictivos o excluyentes que pudieren ofender a alguien o a algún colectivo.
- Si dices: “Para terminar…” Hazlo. Termina.
- Decir lo que has dicho. Pequeño resumen.
Comunicación no verbal
- Contacto ocular: se mantiene mirando el triángulo limitado por los dos ojos y la boca.
- Posición erguida:
- Si estás de pie, mantente quieto. No andes ni bascules, a menos que sea para acentuar tu intención hacia una persona o un grupo.
- Si estás sentado mantente erguido: ni en la punta de la silla ni repantigado.
- Si estás en una mesa no te apoyes excesivamente en ella.
- Voz y entonación:
- Clara y audible.
- No hables en murmullos.
- No hagas entonación de lamentación, ni de soflama militar.
- Gestos faciales:
- Expresión acorde con lo que estás diciendo.
- Evitar crispaciones (tensión de cuello, rechinar los dientes…)
- Gestos de brazos y manos:
- Abiertos, no cerrados (brazos cruzados).
- Útiles, no inútiles (por ejemplo: frotarse las manos, o jugar con las puntas de los dedos).
- Manos abiertas, mostrando la palma.
- No señalar a nadie directamente con el índice.
- No golpear la mesa (especialmente si hay un micrófono en ella).
Todas estas técnicas se deben desarrollar ampliamente y después poner en práctica mediante role playing. A parte de conocerlas, deben trabajarse con profundidad y personalizarse para cada caso concreto. Habrá muchas personas que deberán complementar el conocimiento de estas técnicas con mejora y desarrollo de la autoestima, entre otras herramientas psicológicas.
Si te interesa lo que has leído y crees que te puede ayudar para mejorar tus habilidades sociales, no dudes en contactar con la autora del texto. Crearemos un plan personificado de trabajo único para ti, que seguro que te ayudará a sentirte más cómodo y a lograr con éxito socializarte como siempre has querido hacerlo.
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga clínica
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.