La demencia y el deterioro cognitivo leve
¿Qué es una demencia?
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Todas las personas perdemos la memoria con el paso de los años. Una leve pérdida en personas de avanzada edad es normal, pero cuando esta afectación sobrepasa los criterios clínicos referentes a la edad de la persona, estamos hablando ya de una demencia, es decir de una patología.
La persona que sufre una demencia presenta una pérdida de las funciones cognitivas (memoria, comportamiento, lenguaje, pensamiento, etc.) que se manifiestan en su día a día. Cuando la familia detecte que esa persona ya no puede hacer con normalidad tareas que antes hacía sin problema (por ejemplo, perderse en rutas familiares u olvidar el nombre de un objeto conocido) es importante que se consulte a un profesional.
Los déficits que suelen presentar las personas con demencia son:
- Deterioro de la memoria: sobretodo de aprender nueva información o recordar información aprendida recientemente.
- Alteración del lenguaje caracterizada por problemas para hablar y/o comprender.
- Deterioro de las actividades motoras voluntarias, con dificultades por ejemplo para hacer pinza con los dedos o tocarse la oreja con una mano.
- Fallos en el reconocimiento o identificación de objetos.
- Alteraciones para seguir tareas complejas, dificultades de planificación, de organización,
Estos déficits provocan un deterioro importante en la vida de la persona, tanto a nivel personal, social y laboral, así como también afectan mucho al núcleo familiar del individuo a medida que la enfermedad va disminuyendo la autonomía de la persona.
Las demencias son un problema sanitario muy significativo pues uno de cada tres personas de más de 85 años lo padecen. Es muy poco común encontrar esta patología en personas menores de 60 años, aunque es posible en algunos casos. Aun así, el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta a medida que uno envejece.
¿Cuáles son sus causas?
La demencia es un síndrome de causas variables y, aunque la mayoría de los tipos de demencia (la degenerativa o demencia senil) son irreversibles, algunos tipos de demencias (sobre todo las de causas más orgánicas) pueden ser tratadas y reversibles.
La demencia degenerativa o cortical más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, en este grupo encontramos también la demencia de los cuerpos de Levy. La segunda más frecuente es la demencia de origen vascular. Este tipo de demencia es causado por pequeñas lesiones en los vasos sanguíneos del cerebro. Las alteraciones vasculares que pueden desembocar a una demencia son: un infarto grave, infartos repetidos, la enfermedad de Huntington, esclerosis múltiple, etc.
Otras causas de demencia que son tratables y, por lo tanto, hacen que los déficits sean reversibles son: una lesión cerebral, un tumor del cerebro, consumo de fármacos o alcohol o cambios metabólicos (nivel de azúcar, de calcio o de sodio).
¿Qué es el Deterioro Cognitivo Leve?
Es común entre personas mayores encontrar pequeños déficits cognitivos que no son lo suficientemente graves como para ser una demencia pero que son más graves que los olvidos normales por la edad del individuo. En estos casos hablamos de Deterioro cognitivo leve (DCL).
Las alteraciones cognitivas de las personas con DCL no interfieren de manera tan clara con las actividades cotidianas y no tienen que desembocar en una demencia necesariamente.
El DCL se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Dificultades para realizar más de una tarea la vez.
- Olvidar hechos recientes
- Dificultad para resolver problemas
- Dificultad para tomar decisiones
- Necesitar más tiempo para llevar a cabo actividades complejas.
En los casos de DCL es importante que un profesional haga un seguimiento de estos síntomas, ya que hay que controlar la posible evolución a una demencia.
¿Qué hacer si hay sospecha de demencia?
La detección precoz de una demencia y el diagnóstico preciso son imprescindibles para una buena evolución, ya que conocer las causas de una demencia puede guiar su tratamiento y en el caso de algunas las demencias de origen vascular se puede evitar una progresión de las lesiones. Así pues, se considera importante contactar con un especialista cuando se sospecha que un familiar sufre demencia o cuando encontramos algunos de síntomas comentados anteriormente.
¿Se puede prevenir?
Aunque la mayoría de las causas de la demencia no se pueden prevenir, es importante llevar una vida saludable para reducir los riesgos de accidentes cerebrovasculares, así como cuidar y entrenar la memoria.
Tanto cuando una persona tiene DCL, una demencia en estado inicial, presenta solo pequeños olvidos o no presenta ninguna alteración cognitiva, uno siempre se puede beneficiar de ejercicios para estimular su memoria y sus capacidades cognitivas en general. Estos ejercicios se pueden hacer en casa con un familiar o cuidadores, y también en formato taller en centros sanitarios tanto públicos como privados.
Magalí Andreu
Psicóloga
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.