Tanorexia: la adicción al bronceado
La tanorexia es un grave problema psicológico que afecta tanto a hombres como a mujeres pero, sobre todo y según los expertos, a mujeres de entre 17 y 35 años. Aunque, según estudios oficiales, dos tercios de la población española piensa que el bronceado excesivo ya no está de moda y parece ser que nuestra sociedad está más concienciada con los peligros potenciales que puede producir un exceso de exposición al Sol, el 31% de los españoles confiesa que lo toma en la franja horaria de mayor insolación (entre las 12h y las 17h).
El término tanorexia no está ampliamente reconocido por la comunidad médica. Los expertos califican esta patología psicológica como un tipo de trastorno dismórfico corporal (TDC), que según el DSM-V es un trastorno somatomorfo que consiste en una preocupación excesiva por algún defecto, que puede ser real o imaginado, percibido en su físico o autoimagen.
Esta preocupación extremada e ilógica por tener la piel bronceada hasta límites antiestéticos y, en algunos casos, incluso peligrosos, puede acarrear al paciente angustia y sentimientos de culpa si no alcanzan el tono de piel que consideran adecuado.
Algunos médicos coinciden en que este trastorno presenta similitudes con la anorexia, en el sentido que estos pacientes nunca se ven los suficientemente delgados igual que los que padecen tanorexia no se ven lo suficientemente morenos.
Algunos estudios respaldan que este tipo de adicción a tomar el sol, entre otras cosas, se debe a que se liberan endorfinas y opioides, de forma parecida al de las personas adictas a las drogas, pudiendo padecer incluso, síndrome de abstinencia si no consiguen su objetivo.
Personalmente, he tratado a algunos pacientes con este tipo de trastorno y, coincidiendo con la comunidad médica en que el síndrome no ha sido oficialmente descrito, creo que los síntomas que presentan los afectados son los siguientes:
- Compulsiones por alcanzar niveles de bronceado excesivamente elevados.
- Mucha ansiedad si no consiguen lograrlo.
- Elevados niveles de competitividad por conseguir el tono de piel más oscuro.
- Constante frustración e insatisfacción por no obtener los resultados deseados.
- Distorsión de la imagen corporal y convencimiento absoluto de que su tono de piel es menor de lo que realmente es.
- Baja autoestima.
- Sentimientos de culpa.
- Interferencia en el funcionamiento social, laboral o personal.
- En algunos casos, pérdida de apetito provocada por la sensación de falta de horas al sol.
Con frecuencia, la tanorexia se asocia con los trastornos del estado de ánimo, la fobia social o el trastorno obsesivo-compulsivo.
La manera más eficaz de afrontar estos casos es realizando un trabajo psicológico enfocado a mejorar la autoestima de la persona y ayudarla a acabar con la distorsión de su imagen personal. En muchos casos, será necesaria la aplicación de un tratamiento farmacológico asociado.
Si se sospecha de la existencia de este trastorno, lo más aconsejable es acudir a un psicólogo o psiquiatra, al mismo tiempo que a un dermatólogo. En la mayoría de los casos, si la persona está dispuesta a pedir ayuda y el profesional es el adecuado, el trabajo realizado consigue resolver el problema.
Estos vídeos informan sobre un nuevo tipo de trastorno psicológico, la tanorexia, que se trata de la necesidad patológica del sujeto por estar bronceado. Es una patología muy vinculada a las mujeres, aunque también cada vez más a los hombres. Tiene un fuerte componente social, y puede llegar a poner en riesgo a quien lo padece por el riesgo de desarrollar todo tipo de dolencias de la piel, incluso cáncer de piel.
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga Clínica
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.