La educación emocional: Cómo ayudar a los niños a lidiar con sus emociones
No solo los adultos tenemos problemas para gestionar nuestras emociones, los niños también pueden estar estresados, dolidos o irritados.
Educación emocional infantil: lidiar con las emociones de los niños
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Es difícil expresar emociones a cualquier edad, y es un desafío aún mayor cuando estas se descubren por primera vez y se aprende a identificarlas y a ponerles nombre.
En cualquier caso, es necesario a prender a hacerlo pues al ser seres humanos tenemos emociones, no podemos eliminarlas, están ahí. Por lo tanto, cuando antes empecemos a trabajar en ello mejor nos irá.
Soy partidaria de que ya en el colegio debería haber una asignatura enfocada al crecimiento personal y a la educación emocional de los niños. De esta manera tendríamos adultos mucho más sanos y felices, seguro. El estilo educativo de la educación en nuestro país ha ido evolucionando y es verdad que a día de hoy, en los centros escolares se cuidan mucho más que anteriormente de la inteligencia emocional de nuestros hijos. Aun así, insisto, creo que aún queda mucho por hacer en este terreno.
El niño es una persona pequeña, pero una persona al fin y al cabo: la información es poder
Después de muchos años de terapia psicológica, tratando a niños, adolescentes y a sus familias, me doy cuenta de que mucha gente piensa en los niños, sobre todo en los más pequeños, como en personas que no acaban de enterarse muy bien de las cosas y por lo tanto que no requieren de demasiadas explicaciones. Es como si ellos no contaran, como si no fuera necesario explicarles las cosas que pasan en la vida. Pero justo es al contrario, se enteran de todo, y justamente como son pequeños y vulnerables tenemos que invertir más tiempo que con un adulto en hablar de todo aquello que acontece en sus vidas.
Me acuerdo de un caso en el que los padres se habían separado un año atrás y ahora veían como su hijo menor de 6 años había desarrollado un miedo a la oscuridad y no quería dormir solo por las noches (cuando antes no tenía ningún problema). El caso es que, investigando y preguntando, el padre me dijo que en ningún momento le había explicado a su hijo que se habían separado de la madre ni el por qué ahora los padres vivían en casas separadas.
Claro, los niños son personas pequeñas, pero personas al fin y al cabo y tenemos que explicarles las cosas de la misma manera que lo haríamos con cualquier otro adulto (incluso más). Ciertamente, tenemos que adecuar nuestras explicaciones y lenguaje a su capacidad de comprensión y edad madurativa, pero tenemos que explicarles las cosas igual.
Otro ejemplo de lo que os comento es un caso de una mujer de 43 años con un profundo miedo a la muerte. Investigando y profundizando en sus recuerdos de niñez llegamos a un punto ciertamente inquietante. Cuando ella tenía 4 años su hermano mayor falleció de una sobredosis y nadie, absolutamente nadie, se dignó a hablar con ella de todo esto. Sencillamente, un día su hermano murió y punto. Nunca habló del tema con su madre ni con su padre, era un tabú en la familia. Todos se dedicaron a seguir con sus vidas como si nada hubiera pasado.
¿Entendéis por dónde voy?
¿Cómo ayudo a mi hijo a lidiar con sus emociones?
Por lo tanto,
– En primer lugar: información. Tratemos a los niños como personas y expliquémosles todo. Necesitan entender incluso más que nosotros todo aquello que tenga que ver con sus vidas.
– En segundo lugar, enseñémosles a identificar sus emociones. Actualmente, hay muchos libros infantiles que tratan el tema y que pueden ayudaros, por ejemplo, “el monstruo de los colores”. También hay juegos que podéis hacer con ellos como dibujar una serie de caras, cada una expresando una emoción y cuando ellos la sienten ayudarles a identificarla con el dibujo correspondiente. Las emociones básicas son las más importantes, tenemos que poner énfasis en las siguientes: miedo, ira, tristeza, alegría. Emociones más complejas también son importantes como la vergüenza, el fracaso y la frustración, el ridículo o la equivocación.
– En tercer lugar. Ayudarles a gestionar estas emociones. Algunos ejercicios pueden ayudar a relajarse y a tomar conciencia de nuestro estado emocional, son fáciles de aprender y los pueden usar tanto niños como adultos.
Este vídeo muestra algunos chicos y chicas hablando sobre sus emociones y como se sienten. Y muestra un pequeño ejercicio de relajación en el que en sólo 4 minutos los niños consiguen calmarse simplemente respirando.
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Helena Romeu Llabrés
Psicóloga Clínica
NCOL 19543
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.
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