Fobia a los perros o cinofobia: por qué aparece y cómo superarla
España es un país perruno. Más del 50 % de la población prefiere tener un perro como mascota que cualquier otro animal. Incluidos los gatos, que son los reyes en el resto del continente europeo. Con todo, y a pesar de los múltiples beneficios de contar con un perro en la familia, hay un 10% de la población que les tiene un pánico irracional. Esta fobia a los perros, conocida como cinofobia, puede llegar a condicionar la vida de las personas. Cruzarse en la calle o en el rellano del piso, o visitar a familiares y amigos con perros puede ser una tortura para las personas que tienen fobia a los perros.
Qué es la cinofobia
Contenido
La cinofobia es el miedo irracional a los perros. Puede ser adquirido después de una mala experiencia o aprendido por los padres.
Cuando hablamos de miedo hacia los animales, lo más común es que se presente hacia serpientes o arañas. Sin embargo, para casi un 10% de la población en España, ver un perro, encontrarse con él o simplemente el hecho de pensar que va a aparecer ante sus ojos crea una sensación de pánico irracional o cinofobia.
No se trata de ese respeto que se puede tener hacia un perro sino un temor tan profundo que puede llegar incluso a generar ansiedad a la persona que la padece. La cinofobia provoca esta ansiedad, nerviosismo e incluso ganas de correr y alejarse de la situación. Resulta altamente limitante en el día a día de las personas que lo padecen, sobre todo en esta sociedad donde aumenta el número de perros en las familias. Lo habitual hoy en día es encontrarse con varios perros en cualquier calle en cualquier momento. Situaciones que para las personas que tienen fobia a los perros supone un auténtico infierno.
Causas que generan la fobia a los perros
¿De dónde surge este terror a los canes? Los psicólogos apuntan a que la fobia a los perros suele originarse en experiencias negativas anteriores, principalmente durante la infancia. Ya sea por un ataque de un perro o por un movimiento brusco que entonces te intimidó, o bien porque durante la infancia, los padres han trasladado ese miedo a los perros hacia sus hijos. A veces, nos encontramos con casos de padres que son temerosos o sobreprotectores que, aunque no manifiestan un miedo concreto a los perros, sí que manifiestan un patrón de miedos que acaban trasladando a los hijos y que ellos manifiestan en forma de cinofobia, u otras fobias.
La cinofobia, aunque es habitual en la infancia y se diluye a medida que se crece, es posible que se manifieste incluso en la edad adulta.
La fobia a los perros también se puede manifestar conjuntamente a otras fobias, como a la muerte, a la suciedad y bacterias o a la agorafobia. Si la persona muestra un cuadro de varias fobias desde la infancia o adolescencia, se tiene que realizar un examen más exhaustivo del caso, pues puede tratarse de un trastorno de ansiedad generalizada que se manifieste, entre otros, a través de varias fobias. Seguramente, a nivel de personalidad, el paciente es perfeccionista, controlador y miedoso, con tendencia a analizar los escenarios futuros en busca de posibles peligros de los que prevenirse.
En este caso, el trabajo psicológico a realizar va más allá de una terapia cognitivo-conductual de exposición, incorporando un trabajo terapéutico enfocado a mejorar la autoestima, la seguridad personal y el desarrollo interno de herramientas y mecanismos para sentirse seguro y empoderado. En el fondo, una fobia puede ser una estrategia de control hacia factores externos que le causan miedo a la persona y ésta decide alejarse pues se siente incapacitada para afrontarlos de otra manera. El concepto principal en este caso, sería trabajar la autoestima para que la persona se sienta empoderada y capaz para afrontar el miedo a través de herramientas internas.
En algunos casos, en que la ansiedad se presenta de forma muy intensa, se valorará realizar un acompañamiento farmacológico previa valoración por parte de un psiquiatra.
Síntomas que provoca
Los síntomas asociados a la fobia a los perros o cinofobia tienen que ver con cuadros de ansiedad más o menos leves: desde sudoración excesiva a un aumento del ritmo cardíaco, e incluso a ataques de pánico profundos. En estos casos, la persona tiende a evitar todo tipo de situaciones en las que puede encontrar un perro: esto implica una búsqueda del aislamiento social. En ocasiones genera cuadros de depresión que limitan la vida para quienes la padecen.
Cómo se supera la fobia a los perros
¿Se puede superar la fobia a los perros? ¿Qué tratamiento existe para la cinofobia? Cuando se trata de una cinofobia intensa, que incapacita una vida normal, se aconseja acudir a un psicólogo, ya que se trata de un tipo de trastorno de ansiedad. Los profesionales en esta rama suelen abordar la fobia a los perros a través de terapias cognitivo-conductuales.
Estas consisten en exponerte de forma gradual al estímulo para aprender a verlo sin el miedo que genera la ansiedad. No es un proceso rápido, pero se ha demostrado como altamente efectivo.
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.