De las actividades meteorológicas que más afectan a las personas, sobretodo en su estado anímico, la niebla y el viento serían las dos que encabezarían la lista, aunque, cada una de ellas por motivos diferentes.
En el caso de la niebla, el problema principal está relacionado con la luz.
La niebla es un fenómeno meteorológico que consiste en nubes muy bajas, cerca o a nivel del suelo y formadas por partículas de agua de pequeño volumen en suspensión y que producen una visibilidad de menos de 1 km.
Entre los mecanismos del cuerpo para regular el estado de ánimo, existe el ciclo circadiano que, justamente, gestiona los ciclos de la noche y el día. El cerebro se percata del momento del día a través de la luz y, dependiendo de la hora que sea, se producen diferentes hormonas y/o neurotransmisores.
Cuando hay niebla, ésta tapa la luz del sol y crea la sensación de que estamos en un momento más tardío del día, aproximándonos a la noche. Este fenómeno engaña a nuestro cerebro haciéndole creer que es más tarde de lo que es en realidad y esto perturba el ritmo circadiano. En consecuencia, se altera el proceso de fabricación de hormonas y neurotransmisores relacionados.
Cuando se alteran estas hormonas y neurotransmisores, pueden empezar a aparecer consecuencias de tipo biológico en nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, diferentes tipos de depresión mayor o menor, como la distimia(trastorno del estado de ánimo leve), ansiedad, etc.
Los síntomas más típicos son alteraciones en el sueño y en el apetito, sentimiento de tristeza o melancolía, cansancio o fatiga, falta de energía, agitación interna o apatía. También somatizaciones, como dolores de cabeza, migrañas, tensión, o dolores musculares.
Las máquinas lumínicas, a través de la luz que proyectan, actúan enviando información a la hipófisis y a la glándula pituitaria provocando la segregación de melatonina (que es la hormona principal que regula el ciclo día/noche).
Existen, en las farmacias, cápsulas de melatonina que podemos ingerir, pero el problema es que esta substancia no se absorbe bien y además, le es muy difícil traspasar la barrera que tiene el cerebro para protegerse de las infecciones. Por lo tanto, tomar melatonina en píldoras es poco efectivo. La manera más eficiente es producirla directamente en las estructuras del cerebro que tienen esta función.
Estos aparatos, realmente funcionan, cuando la alteración está producida por la disminución de la luz solar. Basta con que la persona tome baños de luz a diario durante unos treinta minutos y, en poco tiempo, el ciclo circadiano se regulará de nuevo.
También, será útil la psicoeducación, explicando muy bien a la persona afectada el porqué de su malestar.
Finalmente, se puede trabajar la autoestima en terapia y la creación de recursos personales para poder luchar mejor contra la sintomatología depresiva o ansiosa.
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga Clínica
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