Trastornos de la alimentación en hombres
Trastornos alimenticios en hombres
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Los hombres, igual que las mujeres, también padecen Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) como la anorexia y la bulimia. Los estudios afirman que los casos de anorexia en los hombres significan solo un 10% del total. Por consecuencia, el trastorno ha sido ignorado o ha pasado inadvertido en el sector masculino y, aunque sea una enfermedad que comparta signos y síntomas tanto en hombres como en mujeres, es propenso a ser infradiagnosticado en este sector. Además, este tipo de trastornos socialmente (y erróneamente) siempre se han asociado al sector femenino.
Pero los trastornos de la alimentación existen tanto en mujeres como en hombres y, aunque comparten la mayoría de características en ambos sexos, tienen sus propias particularidades.
¿Los trastornos alimenticios afectan a hombres y mujeres por igual?
La APA (Asociación Americana de Psiquiatría) nos indica determinados factores psicológicos que predisponen a las personas a desarrollar trastornos en la alimentación. Por ejemplo, relaciones familiares disfuncionales o algunos rasgos de personalidad específicos como la baja autoestima y sentimientos de indefensión e insatisfacción profunda, especialmente por la apariencia.
Además, hay características específicas vinculadas con cada uno de los trastornos. En el caso de las personas con anorexia tienden a ser perfeccionistas, mientras que las personas con bulimia son a menudo impulsivas. Los factores físicos, como la genética, también desempeñan un papel importante en estos trastornos.
Todos estos factores psicológicos y genéticos no entienden de géneros, pues pueden afectar por igual a niños y niñas o a hombres y mujeres.
También hay que tener en cuenta que, aparte de los factores genéticos y psicológicos, los factores ambientales o sociales afectan tanto a hombres como a mujeres. El culto a la imagen y a la delgadez presiona a todas las personas, la fuerte presencia del “cuerpo ideal” de los hombres aparece, de la misma manera que el de las mujeres en las revistas y en la televisión, en forma de famosos o modelos masculinos.
¿Qué diferencias hay entre los trastornos de la alimentación en hombres y mujeres?
Todas las personas que sufren trastornos de la alimentación sufren una alteración grave de la conducta alimentaria, una distorsión de su imagen corporal (de su peso y su forma) y una obsesión por evitar ganar peso y contar las calorías ingeridas. Pero las estrategias de compensación (en la bulimia nerviosa o la anorexia purgativa) suelen ser diferentes, los hombres tienden a tener comportamientos obsesivos por el ejercicio más que prácticas como los vómitos o los laxantes, más comunes en las mujeres.
También, en el caso de los hombres hay más comorbilidad de trastornos junto con el de abuso de sustancias o la depresión.
¿Reaccionan los hombres igual al tratamiento?
Otro aspecto destacable de estos trastornos en los hombres es la reacción al tratamiento, estudiado por investigadores de la Universidad de Montreal:
- Los chicos suelen tener una conciencia de enfermedad más baja que las chicas, seguramente por el hecho de que estas enfermedades se identifican socialmente a las chicas.
- Los varones también tienen una respuesta más rápida al tratamiento que las mujeres, sobre todo en las primeras fases de terapia de tipo conductual.
- Aproximadamente dos tercios de enfermos muestran una buena respuesta al tratamiento, llegando a la recuperación después de un tratamiento de entre tres y cinco años. Estos porcentajes son equiparables al de las mujeres.
¿Cómo actuar con un chico o hombre con trastorno alimenticio?
Las personas suelen padecer trastornos en la alimentación sin que sus familias o amigos sospechen que tienen un problema. Son conscientes de que su conducta no es normal, por este motivo suelen retraerse del contacto social, ocultar su conducta y negar que sus patrones de alimentación son problemáticos.
La APA advierte que es importante prevenir conductas problemáticas para que no se conviertan en trastornos de la alimentación totalmente desarrollados. Por ejemplo, la anorexia y la bulimia suelen estar precedidas de una dieta muy estricta y pérdida de peso. Cada vez que una conducta alimenticia comienza a tener un impacto destructivo en la vida de una persona o la imagen de sí misma, es hora de consultar a un profesional de la salud mental como un psicólogo o un psiquiatra con experiencia en tratar personas con trastornos de la alimentación.
Magalí Andreu. Graduada en Psicología
Licenciatura en Psicología, Universitat Oberta de Catalunya.
Título de experto en Terapia Cognitiva, Universitat Ramon Llull.
Formación específica en Hipnosis Clínica, Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu.
Licenciatura en Ciencias de la Información, Publicidad y RRPP, Universitat Ramon Llull.